Finca de 3.000 m cuadrados en una zona muy tranquila y al mismo tiempo cerca del centro del pueblo y muy cerca del acceso a la autovía y a la playa.
Actualmente tiene tres viviendas independientes y muy diferenciadas.
En un principio, la finca constaba sólo de una pequeña casita con dos dormitorios y un pequeño salón con chimenea y cocina abierta, que sus antiguos dueños sólo disfrutaban los fines de semana y días de fiesta. Estaba completamente rodeada de árboles y arbustos, sobre todo naranjos y limones.
Lo que nos enamoró de esta finca la primera vez que la vimos fue su maravilloso enclave rodeados de montañas y naturaleza y al mismo tiempo tan bien conectada con los centros urbanos y la playa.
La pequeña casa se amplió y modificó y ahora consta de dos plantas con cinco dormitorios tres baños, salón, espaciosa cocina con lavadero y una gran azotea desde la que se ve el precioso paisaje que nos rodea. Esta casa es la más grande y preside la finca con una entrada despejada y llena de macetas de flores, y con un jardín a su derecha con una alberca de aguas turquesas y una pérgola donde refugiarse del sol en verano y pasar ratos estupendos leyendo o relajándose con el sonido del agua o de los pájaros. De vez en cuando, también se escuchan lejanos estallidos, ya que el Tiro de Pichón también está muy cerca, así como el campo de golf, para los amantes de estos deportes.
A continuación del jardín y separado por un valla de madera blanca tenemos un precioso patio en la que pusimos una barbacoa de piedra y una pequeña barra también de piedra. El patio lo preside una gran mesa de obra con azulejos blancos y azules y dos bancos de madera blancos, en los que nos sentamos a comer todos juntos y donde celebramos los cumpleaños familiares.
A la izquierda de la casa tenemos un garaje, que más de una vez hemos pensado convertir en un apartamento para invitados, ya que justo detrás tiene un patio precioso con blanca balaustrada, dónde poner unos cómodos asientos y una mesita y así convertirlo en otro precioso rincón desde donde se ve una preciosa vista de las montañas y los árboles y arbustos con flores que tiene a su izquierda.
A continuación del patio hay un pequeño jardín con un gran almendro, que da sombra a la siguiente casa, con un precioso porche con arcos, que da a la entrada y el espacioso salón. Esta segunda casa, fue construida un año después de que se ampliara la primera y tiene mucha luz y preciosas vistas desde todas sus ventanas.
Detrás de esta casa, conservamos naranjos y limoneros, además de otros muchos árboles que fuimos sembrando con el tiempo y un gran espacio donde tenemos nuestro huerto, además de un gallinero y un pequeño y encantador invernadero.
A la izquierda de esta segunda casa y algo más atrás, está la tercera casa, que es otra de la joyas de la finca, ya que es de madera y tiene un encanto especial, con su porche delantero, su espacioso salón con cocina abierta, altos techos y un segundo piso abuhardillado que cubre parte de la casa y desde el que te asomas al salón, protegido por una barandilla también de madera. Delante y a los lados, la casa tiene dos gruesas palmeras, cual centinelas, que le dan sombra a la casa y a una pequeña barbacoa de piedra, cerca del porche delantero. Completamente rodeada de árboles, esta casa tiene mucha luz y es en la que se respira más paz